DISEÑO INCLUSIVO EN ARQUITECTURA: Construyendo Espacios para Todos
- D&J Cons
- 22 sept
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 sept
El diseño inclusivo en el ámbito de la arquitectura no es únicamente una tendencia, sino que efectivamente es una necesidad social y una necesidad normativa, de modo que se puedan proyectar y construir espacios para usar por todas las personas, independientemente de su edad, género, condición física, condición sensorial o condición cognitiva.
Pretende derribar las barreras arquitectónicas y sociales hasta conseguir que todos los espacios sean accesibles, funcionales, cómodos y para todos; no solamente se trata de proponer rampas o ascensores, sino de generar entornos justos donde la participación en la vida urbana esté garantizada.
Principios del diseño inclusivo en arquitectura
ACCESIBILIDAD UNIVERSAL: ENTRADAS, CIRCULACIONES Y SERVICIOS PENSADOS PARA PERSONAS CON MOVILIDAD REDUCIDA
La accesibilidad universal busca eliminar barreras físicas y sensoriales, garantizando que todas las personas, sin importar sus capacidades, puedan desplazarse y utilizar los espacios de manera autónoma.
Entradas:
Deben ser amplias, con puertas de al menos 90 cm de luz libre para permitir el paso de sillas de ruedas.
El acceso principal debe estar a nivel o con rampas de pendiente máxima del 8%, con descansos cada 9 metros.
Sistemas de apertura automáticos o de fácil manejo, ideales para personas con limitaciones en la fuerza de sus manos.
Circulaciones:
Pasillos con mínimo 1.20 m de ancho, permitiendo el cruce de dos sillas de ruedas.
Eliminación de desniveles abruptos; si son inevitables, se deben incorporar rampas o plataformas elevadoras.
Superficies antideslizantes y libres de obstáculos visuales y físicos.
Servicios:
Sanitarios adaptados con barras de apoyo, espacio de giro de 1.50 m de diámetro y grifería de fácil accionamiento.
Muebles y elementos, como lavamanos o mostradores, instalados a alturas accesibles (0.80 – 0.85 m).
Espacios designados para usuarios con sillas de ruedas en auditorios, salas de espera y estacionamientos.
CLARIDAD Y ORIENTACIÓN: SEÑALÉTICA COMPRENSIBLE, ILUMINACIÓN ADECUADA Y ESPACIOS INTUITIVOS
La arquitectura inclusiva debe garantizar que las personas puedan orientarse y desplazarse con confianza, incluso en entornos complejos.
Señalética universal:
Uso de símbolos internacionales y tipografías legibles, con buen contraste cromático.
Inclusión de señalización táctil y en braille para personas con discapacidad visual.
Ubicación estratégica a la altura de la vista y en puntos clave como entradas, cruces de circulación y salidas de emergencia.
Iluminación adecuada:
Espacios bien iluminados, evitando deslumbramientos y sombras que generen confusión.
Uso de iluminación natural siempre que sea posible, combinada con luz artificial uniforme.
Señalización de rutas de evacuación con sistemas de luz de emergencia.
Diseño intuitivo:
Distribución clara y lógica que minimice la necesidad de señalización excesiva.
Diferenciación de áreas mediante colores, texturas o cambios en el pavimento para guiar a las personas con discapacidad visual.
Uso de elementos de referencia como jardines, esculturas o mobiliario que sirvan como puntos de orientación.
FLEXIBILIDAD: ESPACIOS QUE SE ADAPTAN A DIFERENTES USUARIOS Y ACTIVIDADES
El diseño flexible permite que los ambientes se adapten a las necesidades cambiantes de los usuarios y a la diversidad de actividades que se realizan en ellos.
Espacios polivalentes: áreas que pueden transformarse, como salas que funcionan para talleres, reuniones o actividades recreativas, gracias a mobiliario móvil o modular.
Adaptabilidad del mobiliario:
Mesas y sillas regulables en altura.
Módulos de cocina o baños que puedan ajustarse según el usuario.}
Escenarios escalables:
Posibilidad de modificar la distribución de espacios mediante tabiques móviles o paneles corredizos.
Diseño de estaciones de trabajo accesibles tanto para personas con movilidad reducida como para personas sin discapacidad.
Inclusión generacional y funcional:
Espacios que funcionan igualmente bien para niños, adultos mayores, personas con discapacidad temporal o visitantes con necesidades específicas.
Ejemplos de aplicación.
Rampas con pendiente adecuada y barandas.
Puertas automáticas o de fácil apertura.
Sanitarios adaptados para personas con discapacidad.
Uso de contrastes de color para personas con baja visión.
Señalética en braille y sistemas auditivos en espacios públicos.
El diseño inclusivo es un pilar para lograr ciudades más humanas y sostenibles. Apostar por esta visión no solo cumple con normativas internacionales, sino que fortalece la cohesión social y garantiza el derecho de todos a habitar la ciudad.
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